El tornado es un fenómeno meteorológico que se produce a raíz de una rotación de aire de gran intensidad y de poca extensión horizontal, que se extiende desde la base de una nube madre, de tipo cumulunimbus. Comúnmente giran en sentido antihorario en el hemisferio norte y se acompañan de lluvia, granizos, relámpagos, rayos y por la oscuridad generada por las nubes.
La mayoría de los tornados giran ciclónicamente, sin embargo unos pocos giran anticiclónicamente, por lo que descarta que sea el Efecto Coriolis el responsable de su formación.
Los tornados de agua, o trombas marinas son tornados que ocurren sobre el mar, de pequeñas dimensiones en cuanto a su ancho y que generalmente no están asociadas con tormentas eléctricas de tipo superceldas (responsables de originar los tornados debido a su rotación y flujo ascendente).
Se presentan en pequeñas zonas donde las condiciones climáticas son buenas y más comúnmente en las cercanías de la costa y no en mar abierto. Se han registrado en las costas del sur de Japón, en los mares de China, la costa mediterránea de España y Baleares, pero donde ocurren con mayor frecuencia es en la costa sudeste de Estados Unidos.
Un tornado de arena es un torbellino de fuerza relativa, bien formado y de mediana duración. Con tamaño de medio metro de ancho y pocos metros de alto, como mínimo. Y como máximo un poco más de 10 metros de ancho, con más de 1000 metros de alto. Usualmente son poco destructivos, y rara vez pueden crecer lo suficiente como para dañar el entorno.
Un tornado de arena se forma en zonas libre de humedad, en zonas cálidas específicamente. Y su intensidad nunca se asemeja a la de un tornado. Estos tornados se forman cuando el aire cálido cerca de la superficie se eleva rápidamente hacia un pequeño punto de aire frío. Si las condiciones son las adecuadas, el aire puede comenzar a rotar. Al momento que el aire sube, la columna de aire caliente alcanza la energía necesaria para intensificar el efecto de rotación bajo el principio de la conservación del momentum angular.
Tornados de fuego: Estos remolinos pueden formarse sobre un fuego o un suelo muy caliente, si existe la convergencia del aire necesaria. El tornado de fuego se desarrolla hacia arriba desde la superficie. Cuando la fuente de calor produce inestabilidad en el aire, los tornados de fuego se forman a pesar de las condiciones meteorológicas existentes, por ejemplo, los vientos ligeros o calmados permiten que el calor se eleve más rápidamente. Los tornados de fuego se dan más frecuentemente durante incendios forestales, grandes fuegos y en la quema de rastrojos, pero también han sido observados en otros fuegos tales como hogueras, incendios de combustibles, erupciones volcánicas y explosiones nucleares.
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